En nuestro restaurante para celebrar bodas en Derio también ofrecemos, por supuesto la tarta nupcial hecha expresamente para la ocasión. Todos acabamos degustando un pedazo de pastel aunque estemos llenos para así seguir celebrando con los novios su día especial.

Pero ¿por qué las bodas suelen acabar con esta tradición tan dulce? La historia siempre está ahí para explicarnos el nacimiento de muchas de las costumbres que tenemos en la actualidad. Las tartas de boda se remontan al Imperio romano. En esta época era típico elaborar una torta de trigo para que el novio la rompiese sobre la cabeza de la novia. Tras el tartazo, los novios y los invitados se comían las migas que caían como rito para atraer la fertilidad y la felicidad en el matrimonio,

Menos mal que ahora las tartas se sirven en un plato y no en la cabeza de nadie, ¿verdad? La historia de este hábito fue evolucionando y durante el siglo XVII en Inglaterra eran los mismos invitados quienes llevaban unas tortas dulces como obsequio para los recién casados. En el banquete, se apilaban todas las tortas en una única torre y se cubrían con azúcar, delante de esta los novios tenían que besarse para mostrar su amor a los invitados.

Con el tiempo, esta torre daba problemas porque era bastante inestable, así que se optó por hacer una sola torta gigante a la que se le añadían ingredientes nuevos y elementos decorativos. La enorme torta se partía en porciones y la disfrutaban los comensales. Aquí nacería la tarta de bodas tal y como la conocemos hoy en día.

En la actualidad, existen tantos tipos de tarta como pasteleros que las inventan, con mil formas, cientos de colores distintos y de sabores infinitos.

En Restaurante Artebakarra somos un restaurante para celebrar bodas en Derio. Llámanos y solicita más información sin compromiso de los menús y las tartas de boda.